
La empresa ILVA, localizada en Pilar, ha sido señalada por realizar despidos masivos que podrían enmascarar un fraude laboral dirigido a flexibilizar las condiciones de sus trabajadores. Esta medida afecta a 300 empleados, representando el 75% de su nómina actual.
Según relatos recientes, la compañía busca reemplazar empleados con antigüedad y derechos adquiridos por nuevos operarios bajo condiciones precarizadas. Esto se conoce después de que se publicara una oferta de trabajo para nuevos operarios, a pesar de afirmar ante el Ministerio de Trabajo la falta de viabilidad productiva.
La situación ha llevado a una serie de manifestaciones por parte de los trabajadores extendiéndose a otros sectores laborales que apoyan la causa. Estos hechos fortalecen su lucha contra posibles reformas laborales que precaricen aún más el empleo en la industria.
Impacto en el sector laboral
Esta estrategia de ILVA podría establecer un precedente preocupante para el resto del sector industrial, ya que otras empresas podrían imitar estas tácticas para modificar condiciones laborales a su favor. La respuesta sindical se prevé contundente, con huelgas y piquetes como principales medidas de protesta.
Este contexto plantea un desafío significativo para la clase trabajadora en Argentina, que debe estar alerta ante potenciales reformas que atenten contra sus derechos. La fuente original de esta denuncia puede encontrarse en Instagram.



