
Imagen de Cuáles son las cinco empresas que buscan quedarse con Vicentín
La historia de Vicentin, emblema del complejo agroindustrial argentino, está marcada por un derrumbe que expuso los límites de un modelo basado en la especulación financiera. Tras declararse en default en 2019 con deudas que superan los 1.300 millones de dólares, la compañía santafesina se transformó en un botín codiciado por los grandes jugadores del sector.
Actualmente, cinco grupos empresarios encabezan las negociaciones para quedarse con la firma. Según trascendió, figuran entre los interesados:
- Glencore (Viterra): el gigante suizo, socio histórico de Vicentin, busca ampliar su posición dominante en el comercio de granos en la Argentina.
- Adecoagro: grupo agroindustrial con operaciones en Argentina, Uruguay y Brasil, que apuesta a integrar verticalmente la cadena productiva.
- Molinos Agro: empresa vinculada al Grupo Pérez Companc, con fuerte presencia en molienda y exportación de aceites.
- Bunge: multinacional norteamericana que ya controla una porción relevante del negocio y pretende acrecentar su influencia.
- Cofco: la estatal china, interesada en consolidar su poder en el comercio exterior de alimentos, clave en la relación bilateral con la Argentina.
La eventual venta de Vicentin no solo pone en juego la continuidad de miles de empleos directos e indirectos, sino también la soberanía sobre un sector estratégico para el país. La concentración en manos de grandes multinacionales extranjeras podría profundizar la dependencia y reducir la capacidad de decisión nacional sobre la renta agroexportadora.
En paralelo, sectores políticos, sindicales y productivos reclaman que el Estado asuma un rol activo para garantizar que Vicentin no termine diluyéndose como otro capítulo más de extranjerización. El futuro de la agroexportadora, que alguna vez fue orgullo de Santa Fe y motor de la economía regional, sigue abierto y con fuerte impacto en el debate sobre el modelo de desarrollo argentino.