
Norberto Galasso enfrenta problemas económicos por derogación de subsidio
“No se puede gobernar contra el pueblo durante mucho tiempo”, había sido la expresión del historiador Norberto Galasso en la entrevista realizada y convertido en título para su publicación en PáginaI12 el 21 de julio de este año. Tiempo después vinieron las elecciones en la provincia de Buenos Aires donde Milei fue derrotado por casi 14 puntos de diferencia por Fuerza Patria. Lejos de corregir su rumbo, su maldad no se detiene. La ancianidad sigue recibiendo los palos de Bullrich por protestar por mejores jubilaciones y el historiador, que no cuenta con jubilación por percibir desde el 2014 un salario por haber sido declarado “embajador de la Cultura Popular Argentina”, recoge luego de sus expresiones en este diario, la vendetta de Milei que derogó su nombramiento.
Por una gestión que llevó adelante el por entonces ministro de Educación Jorge Coscia (2009-2014), el historiador Norberto Galasso percibió un salario que rondaba hasta la derogación en 1.700.000 pesos. Era su único ingreso, dado que el ensayista e historiador suspendió luego de ese nombramiento el trámite para percibir la jubilación mínima. Galasso tiene 89 años y su salud no es buena. En diálogo con PáginaI12 manifiesta: “Ahora estoy sin jubilación y sin cobrar este ingreso”. Con justificado enojo —dado que nadie del gobierno se comunicó para hacerle saber la decisión adoptada de la derogación del decreto 515/14—, señala: “Hasta el gobierno de Macri lo respetó como el gobierno que le siguió, menos estos desgraciados”.
La Secretaría de Cultura de la Nación propuso que se le entregue en 2014 esa distinción al historiador Norberto Galasso por ser “un analista comprometido con el curso de la historia nacional” que “goza de un merecido reconocimiento por su dilatada trayectoria”, como informó PáginaI12 en abril de ese año. “Voy a gestionar un subsidio en el Ministerio de Cultura”, cuenta Galasso le había dicho Coscia. “A partir de ahí vengo cobrando, tengo la jubilación suspendida, por estar cobrando desde el Ministerio de Cultura, porque surgió la idea de Jorge Coscia de decirle a Cristina (Fernández de Kirchner) que correspondía hacerme un reconocimiento. Entonces, crearon el ‘Embajador de la Cultura Popular’. Vengo cobrando desde 2014”, explica Galasso.
“Ahora tengo que hacer el trámite de jubilación de nuevo o re actualizar la que estaba suspendida. Esto me perjudica, porque no sé el tiempo que me llevará y si podré hacerlo”, expresa. Cree que la decisión responde a una reacción de la derecha que todavía tiene mucha capacidad de daño. “Quizá la nota en PáginaI12 donde manifesté que Milei y el poder que lo sostiene (económico y judicial) se equivocaron con la proscribieron a Cristina”. El historiador Norberto Galasso subido al balcón de los acontecimientos en la entrevista en julio en PáginaI12 dijo: “Al gobierno le salió mal la jugada. Creían que al impedir que Cristina se expresara, impedían el contacto con las bases populares. En realidad, ocurrió lo contrario. Al intentar sacarla de la cancha, la pusieron en el medio de la cancha”, dijo.
Por eso está clara la vendetta. Sus expresiones fueron guardadas en el rencor de esa derecha rancia, que mientras beneficia con una mano a un puñado de agroexportadoras para que hagan un negocio extraordinario en tiempo récord para embolsar 1.500 millones de dólares, simula con la otra, la poda de lo que considera privilegio. La maldad y la hipocresía son la misma cara del gobierno de Milei. “Ni siquiera me lo comunicaron, sacaron el decreto y listo”, dice Galasso que no cuenta con hermanos, atraviesa un situación complicada y judicial con su hija que le reclama la casa (Galasso vive en la casa heredada de sus padres, su austeridad siempre ha sido tan destacada como su rigurosidad de historiador), y su hijo Gustavo, que es el único con ingresos para asistirlo en este complicado momento a sus 89 años.
“Esto es una persecución de parte del gobierno a un ensayista nacional”, reflexiona Norberto Galasso en diálogo con Página|12 sobre la decisión que tomó el gobierno de Javier Milei con el Decreto 692/2025, con fecha del 26 de septiembre donde argumentó con su habitual caradurez que “en el marco de una política de austeridad, y con el fin de optimizar la utilización de los recursos públicos, resulta necesario que la Administración Pública Nacional adopte medidas tendientes a reducir el gasto”, entre otros supuestos argumentos esgrimidos para decidir derogar el Decreto Nº 515/14 que lo había declarado “Embajador de la Cultura Popular Argentina”.
“A la edad mía es muy difícil, conseguir un ingreso. Vamos a tener que ver cómo está la situación jubilatoria. Es una maniobra jodida contra quien—como tantos otros—defendemos la causa nacional y popular”, expresa Norberto Galasso al concluir el diálogo con Página12. El historiador tiene publicados más de sesenta libros, entre los que se destacan los dos tomos de Historia de la Argentina: desde los pueblos originarios hasta el tiempo de los Kirchner, donde realiza una rigurosa descripción de las diversas corrientes historiográficas, como también los indispensables dos tomos sobre Perón, publicados en 2005, que ante el conflicto con las patronales del agro por la resolución 125 en 2008, el ex presidente Néstor Kirchner recomendó leer a los entonces jóvenes de La Cámpora.
Otra de sus obras destacadas es Seamos libres y lo demás no importa nada, sobre el libertador San Martín, que elogió el Presidente venezolano Hugo Chávez. Y también, vale recordar el libro junto Alfredo Ferraresi, Historia de los trabajadores argentinos (1857-2018). Su valioso aporte siguió no se detuvo en estos tiempos. El libro Historia Política del Senado de la Nación Argentina, trabajo de Norberto Galasso y Mara Espasande, pasó desapercibido. Publicado por el Senado de la Nación a fines de 2023, la llegada del libertario a la presidencia generó mayores preocupaciones y el libro no fue presentado. Asimismo, junto a la historiadora Espasande este año publicaron El “Gringo” Carlos Pellegrini. Biografía de un industrialista en tiempos liberales. Por lo que el reconocimiento del Estado al aporte realizado por Galasso, era más que justo en 2014 y nunca se detuvo en los años.
Aunque la derecha también—cuando Macri era presidente—, supo agarrársela con su obra. Decidió hacer con una de sus publicaciones, lo que Milei con sus ingresos: cortarlos. Pasó con el libro Leonardo Favio, de Norberto Galasso, uno de los últimos libros editados por el Ministerio de Cultura antes de la llegada de Mauricio Macri al poder, donde los pocos ejemplares que se habían impreso desaparecieron en los cuatros años de la Alianza Cambiemos. Para ganarle a la censura y al olvido, el libro fue reeditado por Ediciones Nuevos Tiempos.
Pero en tiempos aciagos, con un presidente como Milei, que acelera lo que el macrismo demoraba o no realizaba por considerarlo incorrecto, se atreve a cortar ingresos a un historiador anciano que había sido merecedor de ello. La verdadera razón: no gusta lo que piensa y las verdades que arroja, como las vertidas en este diario. La libertad, sigue siendo puro cuento. Aunque sabemos que Milei, consideró como “derecho”, el “morirse de hambre”. Y desde que es Presidente garantiza ese “derecho” que ahora otorga a Galasso, como a tantos millones de argentinos que son sus víctimas de las políticas económicas condenatorias al hambre que ejecuta, mientras unos pocos hacen negocios.
La nota original fue publicada en Página12.